alergias primaverales

Así influyen las alergias primaverales en el sistema respiratorio

La primavera es una de las estaciones que más problemas de alergias traen consigo y es que, durante meses, existe una gran cantidad de polen, polvos y agentes alérgicos a nuestro alrededor. Y todo esto puede ocasionar síntomas que afectan al sistema respiratorio tales como la congestión nasal, la tos o la dificultad para respirar de forma correcta.

Las alergias primaverales pueden originarse por diferentes factores siendo uno de los predominantes el polen de las flores, los árboles y la hierba o el polvo y los alérgenos presentes en el aire. Y cuando alguien alérgico entra en contacto con estos agentes, su sistema inmunológico comienza a liberar histamina y otros químicos que causan la reacción alérgica. Esta reacción puede generar una inflamación nasal o de los senos paranasales, de los pulmones y también de los ojos. Si esto ocurre, la persona alérgica notará síntomas como la congestión y secreción nasal, estornudos, tos e irritación ocular.

Aunque también existen casos más graves que pueden desencadenar asma, una enfermedad respiratoria, caracterizada por inflamación crónica de las vías aéreas (bronquios), que causa episodios recurrentes de sensación de falta de aire (disnea), pitos en el pecho con la respiración (sibilancias), tos y sensación de opresión en el pecho.

Cómo hacer frente a los síntomas de cualquier alergia primaveral

Existen diferentes fórmulas a seguir para hacer frente a los síntomas de las alergias primaverales. Una de ellas es tomar antiestamínicos. Éstos fármacos permiten aliviar los síntomas de la alergia. Bloquean la acción de la histamina, una sustancia química que genera nuestro cuerpo que provoca síntomas propios de la alergia. Además de en las reacciones alérgicas, esta sustancia también interviene en la secreción de jugos gástricos y en la regulación de los ciclos del sueño. En la actualidad, los antihistamínicos más utilizados son la Cetrizina, la Desloratadina, la Ebastina, la Levocetrizina y la Loratadina.

Otra alternativa es la inmunoterapia, también conocida como la vacuna de la alergia. Este tratamiento se basa en la administración del elemento que genera la alergia en dosis cada vez más elevadas, hasta el máximo establecido por el médico especialista. Esta terapia suele durar entre tres y cinco años y es el único tratamiento capaz de mejorar una alergia.

Las alergias primaverales tienen un gran impacto en las personas que las sufren y en su sistema respiratorio, por eso se recomienda tratarlas y prevenirlas. Lo aconsejable es consulta a un médico especialista en alergias o a un neumólogo, en caso de que esta interfiera en el sistema respiratorio. para obtener un tratamiento adecuado.

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