Las infecciones respiratorias engloban una amplia lista de patologías con un rango de gravedad que va desde un simple catarro, hasta una neumonía grave que puede poner en riesgo la vida del enfermo.
Es muy importante la valoración por el médico especialista, para poder tratar de forma precoz la neumonía ya que puede complicarse de forma grave si se retrasa el diagnóstico y tratamiento.
Solamente en la Unión Europea se diagnostica neumonía en 3 millones de habitantes cada año.
¿Cuáles son las principales causas?
Entre los gérmenes más frecuentes se encuentran los virus, como el Rinovirus, o el virus Influenza, causante de la epidemia anual de gripe (afecta cada año entre un 5 y un 20% de la población mundial).
Los siguientes patógenos más habituales son las bacterias, causa más habitual de neumonía tanto en pacientes sanos como frágiles, siendo más susceptibles los ancianos, los fumadores con patología pulmonar de base, los asmáticos o los pacientes inmunodeprimidos. La bacteria más frecuentemente aislada en las neumonías en nuestro medio es el Neumococo (Streptococcus pneumoniae), pero también debemos tener cuenta las bacterias atípicas, y otras de mayor gravedad y también incidencia en nuestro medio como la causante de la tuberculosis.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas son muy distintos según el tipo de germen y la situación general del paciente. De todos modos, la presentación más habitual es tos, dolor de garganta, la fiebre, expectoración purulenta, dolor torácico o la disnea (dificultad respiratoria). Ante la presencia de estos síntomas debe ser valorado por un Neumólogo.
Diagnóstico
En la mayoría de los casos un simple examen físico por el médico especialista será suficiente para diagnosticar la enfermedad. No obstante, se recomienda realizar al menos una radiografía de tórax pues aporta mucha información, y será necesaria para el diagnóstico de neumonía y de otras complicaciones.
En algunos además será necesario avanzar con otros métodos diagnósticos más específicos como el TAC (escáner pulmonar), cultivos microbiológicos, o incluso un Broncoscopia.

Radiografía de tórax de una neumonía bacteriana en pulmón derecho.
¿Cómo tratar?
Las infecciones bacterianas es preciso tratarlas con antibioterapia, siempre mediante prescripción de un médico, quien elegirá el antibiótico y la duración en función de la etiología más probable y la gravedad de los síntomas.
En el caso de las infecciones virales no requieren tratamiento específico más allá del control de los síntomas, recomendándose reposo, hidratación, y medicación analgésica o antipirética como paracetamol.
En los casos de complicación o gravedad pueden ser necesario el ingreso hospitalario para administrar medicación intravenosa y otras medidas como oxígeno ó ventilación mecánica.
¿Cuándo consultar al especialista?
Cuando una persona sospecha que padece infección respiratoria debe acudir al médico para una valoración.
Se debe acudir al Neumólogo cuando, a pesar de haber seguido el tratamiento prescrito por el médico de cabecera, no ceden los síntomas, empeoran, o se repiten con frecuencia. En ocasiones la recurrencia de estas infecciones manifiesta la presencia de otra patología de base, como el asma, las bronquiectasias, o la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) lo que también precisará valoración por el Neumólogo.