La calima es un fenómeno mediante el cual el aire se encuentra contaminado con una alta concentración de partículas finas secas. Lo mas habitual en nuestro país, es que el origen sea la arena del desierto del Sahara, pero pueden transportarse muchas otras substancias como óxido de aluminio y sílice, arcilla arcilla, yeso calcita, polen e incluso hongos.
Al entrar estas substancias en contacto con las mucosas (ocular, nasal, oral) pueden producir sensación de sequedad y picor local. Pero, por otro lado, debido a su pequeño tamaño, dichas partículas al ser inhaladas tienen la capacidad de llegar hasta las vías aéreas distales, produciendo daños a esos niveles, especialmente en pacientes mas vulnerables con patologías respiratorias previas como los asmáticos, EPOC, enfisema, etc.
Colectivos vulnerables frente a la calima
¿Hay colectivos especialmente vulnerables en situaciones como la que estamos viviendo estos días? Esta es una de las preguntas que suele hacerse la mayor parte de la población. Y en nuestro post de hoy, damos respuesta a esta cuestión.
Al tratarse de partículas finas éstas llegan a depositarse en la vía aérea distal, de manera que se produce una irritación de esta. Por esto pueden aparecer cuadros de bronquitis, broncosespasmo y una mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias y agudizaciones de patologías respiratorias previas.
Por todos estos motivos, los pacientes más vulnerables son aquellos que padecen afectaciones bronquiales previas tipo asma o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, sin olvidar a las embarazadas, los niños menores de 6 años y los adultos mayores de 65 años.
Recomendaciones generales ante episodios de calima
Con el fin de evitar en la medida de lo posible la inhalación de las partículas de polvo que permanecen en suspensión en el aire durante estos días, es recomendable en primer lugar limitar las salidas a la calle en la medida de lo posible. Además, especialmente en los colectivos vulnerables, evitar salir a la calle con mascarilla tipo FP2, evitar durante estos días la práctica de ejercicio al aire libre, y de hacerlo que sea con mascarilla. Por último, es importante mantener cerradas las ventanas e hidratarse abundantemente para evitar la sequedad de las mucosas. Por último, se recomienda acudir al Neumólogo como, por ejemplo, un neumólogo privado en Madrid, en caso presentar síntomas de empeoramiento.