Muchos meses después del inicio de la pandemia por Covid-19 y con más de cinco millones de casos confirmados en España según indica el Ministerio de Sanidad, son muchos los pacientes que tras haber superado la enfermedad no consiguen recuperar su estado de salud precio al contagio.

Aunque no se tienen datos oficiales, se estima que entre un 10% y un 20% de los contagiados por coronavirus, mantienen los síntomas más de tres meses después de dar negativo a la infección. Síntomas como el cansancio, la disnea, el dolor torácico y la tos.

Después de sesiones de observación con las que se trata de describir los síntomas persistentes en pacientes que han sido positivos en este virus, se reportan síntomas muy heterogéneos. Según los datos recogidos, al menos un 30% de estos pacientes experimentan más de un síntoma.

Alrededor de un 70% de las personas que participaron afirmaban tener dificultad para respirar. En ocasiones esto se resolvía dos o tres meses después del seguimiento, pero, en otros casos, persistía incluso hasta doce meses.

Por otro lado, un estudio prospectivo publicado en la revista médica Nature, en el que se siguió durante seis meses a pacientes positivos en coronavirus, también dio resultados similares. Al final del seguimiento, en un 61% de todos los participantes persistía su disnea después de seis meses, siendo más grave en los pacientes que requirieron, en su momento, ingreso hospitalario.

La tos crónica se convirtió en uno de los síntomas que, con más frecuencia, aparece en el día de a día de los pacientes. Hasta un 34% de las personas preguntadas experimentaron tos seca tras la infección por coronavirus. Esta solía resolverse entorno a los tres meses desde su inicio, aunque en otros casos también persistió doce meses.

El diagnóstico de este tipo de pacientes es muy importante para catalogar la sintomatología. Y es fundamental que un especialista con experiencia, como un neumólogo o un neumólogo privado, evalúe al paciente.

Para efectuar una valoración adecuada, el primer paso es realizar una completa anamnesis, en la que se utilizan escalas o cuestionarios de medición de salud para evaluar los síntomas en la vida de un paciente. Asimismo, es necesario completar esta anamnesis con una exploración física y por aparatos, además de diferentes pruebas complementarias como el análisis de sangre, pruebas de función pulmonar o test de difusión.

En los casos de disnea es muy importante que un especialista en neumología evalúe la disnea del paciente, porque el tratamiento a llevar a cabo dependerá de la gravedad de la sintomatología y de la causa por la que surge esa falta de aire. En cuanto a la tos, antes de recomendar un tratamiento antitusivo, es necesario valorar diferentes causas que pueden contribuir a la aparición o persistencia de esta tos.